Madurando ando

Para aquel que no se hace responsable de su vida todo lo que suceda será una decisión del destino que vaya a saber quien marco. El desligar las responsabilidades implica cometer el error más grande que uno pueda hacer como ser humano, es el pasar a otro la posibilidad de conocerse a uno mismo, de forjar una identidad y cuestionar todo lo que le fue impuesto produciendo así una represión completa de los sentimientos, de los deseos mas profundos. Entonces llega un momento en la vida en que esta dualidad entra en guerra, donde lo que quiero ser y lo que soy pelean por la supervivencia. ¿Quién ganara? Eso lo decide uno, solo uno, ningún familiar, ninguna religión, ninguna institución, solamente uno es el responsable de masticar la variedad de alimentos que la vida nos presenta y decidir que nos nutre o que nos intoxica. Si la responsabilidad de tu vida cae sobre otro lo mas seguro que solo veas pasar la vida sirviendo a otro y añorando tiempos pasados, o esperando algún lindo momento a futuro, todo para escapar a un horrible presente. Ahora si tomamos las riendas de nuestra vida y nos enfrentamos a la sombra que vive en nosotros sin juzgarla, sin condenarla, nos aceptamos y comenzamos a fusionar esas partes que creímos que eran opuestas, damos lugar a un nuevo nacimiento, una persona nueva, con nuevos valores, nuevas metas, nuevos sueños, un renuevo de nuestra mente harán que se terminen las excusas y afloren las oportunidades. Por que como dijo Carl Rogers “'La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo cambiar'

Clr. Diego. A. Romero